Un consultor o consultora es alguien que da consejos. Entonces, la pregunta que debes hacerte es “¿por qué la gente pide consejo?” Bueno, principalmente porque las personas quieren cambiar algo, lograr algo o convertirse en algo, y necesitan ayuda.
El estado actual de las cosas no es como ellos quisieran. Saben cuál es su estado deseado, pero necesitan su consejo para llegar allí. Es por ello que las personas piden consejos. Quieren ir del punto #A al punto #B, pero no saben cómo llegar. Están perdidos o se enfrentan a obstáculos que no saben cómo superar. Y de eso se trata la consultoría.
El verdadero significado de la consultoría es ayudar a las personas a resolver problemas y pasar de su estado actual al estado deseado. Y cuanto más valioso es el estado deseado para alguien, más está dispuesto a pagar por ayuda para llegar allí.
Pero el dinero no es el único objetivo que tienen las personas, ni las empresas. Cuando hablamos de metas más subjetivas, el valor variará de una persona a otra, pero la cantidad de dinero que las personas están dispuesta a pagar podría sorprenderte. En pocas palabras, la consultoría se trata de ayudar a las personas a resolver problemas y lograr resultados.
Entonces, si alcanzar ese estado deseado es tan valioso para las personas, ¿por qué no lo consiguen por sí mismos? ¡Por qué la gente contrata consultores!
Hay tres razones principales por las que las personas deciden buscar asesoramiento externo
- Simplemente no pueden resolver una situación o llegar al estado deseado por sí mismos.
- Tienen una idea general, pero quieren llegar más rápido.
- Quieren ahorrar tiempo y esfuerzo siguiendo un sistema eficaz y probado.
No pueden llegar por sí solos
Alguien podría haberse esforzado mucho por llegar a su estado deseado por su cuenta, pero por más que lo intenten, las cosas no están funcionando. Estas personas contratan a un consultor porque saben qué es posible mejorar, otras personas lo han hecho. Solo necesitan encontrar ese eslabón perdido.
Quieren llegar más rápido
Las empresas de hoy en día quieren lograr cosas lo más rápido posible. No obstante, saben que si intentan implementar una nueva técnica desde cero, avanzarán más lento que si un experto en la materia se los enseñara.
Por ejemplo, al intentar lanzar su primer negocio, cometerá errores y hará las cosas de manera ineficiente, lo que ralentizará su progreso y aumentará el tiempo que lleva alcanzar sus objetivos. Esa es una realidad inevitable de alguien sin experiencia.
Pero por supuesto, usted no es la única persona en el planeta. Hay otras personas que han construido negocios exitosos antes, que cometieron los errores que usted probablemente cometerá y que aprendieron a hacer las cosas de manera eficiente. Con la ayuda de un consultor, puede saltar muchos de los baches y llegar al estado deseado mucho más rápido.
Quieren un sistema probado para alcanzar sus objetivos
Algunas personas simplemente no tienen tiempo para adivinar o experimentar. Quieren resultados y los quieren ahora, y saben que la ÚNICA manera de lograr la máxima eficiencia es seguir un sistema probado de alguien que ya ha logrado exactamente lo que desean lograr.
Este deseo de un sistema probado de alguien que “ha estado allí, y ha hecho eso” ha creado miles de empresas de gran éxito, y es la razón por la que prácticamente cualquier persona que haya logrado algo notable puede crear una empresa que venda esa experiencia a aquellos que quieran seguir sus pasos.
En ese sentido, veamos las tres categorías principales en las que se encuentran la mayoría de los consultores.
Principales tipos de consultores
Cuando alguien dice: “Soy un consultor”, normalmente se clasificará en una de las siguientes categorías.
- Consultoría de gestión
- Consultoría corporativa
- Consultoría independiente
- Consultoría de compra
Como se mencionó anteriormente, los consultores ofrecen asesoramiento y experiencia a las organizaciones para ayudarlas a mejorar su desempeño comercial en términos de operaciones, rentabilidad, gestión, estructura y estrategia. Aunque la carga de trabajo puede ser pesada, la consultoría es una profesión sociable con muchas oportunidades para establecer nuevos contactos. El trabajo se extiende a través de una variedad de áreas, incluida la gestión, estrategia, TI, finanzas, marketing, recursos humanos y gestión de la cadena de suministro. Los proyectos en los que participa y las tareas que se le asignan dependen del área en la que esté trabajando, pero las responsabilidades generales incluyen:
- Realizar investigaciones, encuestas y entrevistas para comprender mejor el negocio
- Analizar estadísticas
- Detectar problemas e investigar formas de resolverlos
- Evaluar los pros y los contras de las posibles estrategias
- Recopilar y presentar información de forma oral, visual y escrita
- Hacer recomendaciones para mejorar, usar modelos informáticos para probarlos y presentar los hallazgos al cliente
- Implementar soluciones acordadas
- Desarrollar e implementar nuevos procedimientos o capacitación.